Tensiones internas complicarán final del gobierno de Bachelet
Mandataria no ve en resultado electoral una reacción al “pobre registro de su gobierno”.
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Después de sus decepcionantes resultados en las elecciones municipales del 23 de octubre, la coalición gobernante de centro-izquierda en Chile, la Nueva Mayoría, está mostrando crecientes señales de tensiones que complicarán los últimos meses de gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.
Después de las elecciones locales, en las cuales la Nueva Mayoría perdió municipalidades clave frente al grupo de oposición de centro-derecha Chile Vamos, las relaciones dentro de la coalición de siete partidos están puestas a prueba, luego de que el gobierno cancelara sus reuniones semanales de coordinación con la Nueva Mayoría.
Los legisladores de la coalición acusaron al gabinete, sobre todo al trío de ministros que cuentan con oficinas dentro de palacio presidencial La Moneda –el ministro del Interior, Mario Fernández, el secretario general de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, y el secretario general de Gobierno, Marcelo Díaz– de falta de liderazgo político adecuado y coordinación con la coalición.
El Partido Demócrata Cristiano, el más conservador de la coalición, encabezó las críticas: la presidenta del partido Carolina Goic anunció que la DC está “suspendiendo” indefinidamente su participación en las reuniones semanales de coordinación con el gabinete.
Aunque impulsadas por bajos resultados en las elecciones, las críticas de la DC también reflejan la oposición del partido a la decisión de reemplazar algunos de sus miembros, incluyendo a la ex ministra de Justicia Javiera Blanco y a Luis Acevedo, el director del Registro Civil, debido al fiasco pre electoral por el cambio en la ubicación de los registros de votantes de 500.000 personas.
Mientras tanto, el gobierno ha concentrado sus esfuerzos en tratar de calmar el enojo de la coalición por los resultados de las elecciones. El 26 de octubre, Bachelet reorganizó algunas posiciones de su segunda línea en su gabinete (subsecretarios y jefes de servicios), al tiempo que confirmó que en noviembre vendrá otro cambio.
Rechaza responsabilidad
La presidenta, sin embargo, descartó dar un giro en su política hacia la derecha, atribuyendo la victoria de Chile Vamos a los bajos niveles de participación en las elecciones y a un sentimiento generalizado de antipatía hacia toda la clase del establishment político, en vez de una reacción en contra de su pobre registro en el gobierno.